Como muchos sabréis, este pasado 2021, las hermanas Wachowski decidieron llevar a cabo un proyecto que para muchos se convirtió en una prioridad cinematográfica: Matrix 4 Resurrections.
Las premisas que ofrecía esta secuela a la saga original era abrumadoras. Esta nueva película prometía rememorar las experiencias que ofreció The Matrix, pero adaptado a las nuevas tecnologías, además viniendo de la mano de las mismas autoras que presentaron aquella joya futurista en el 99. De igual manera regresaban los protagonistas Neo (Keanu Reeves) y Trinity (Carrie-Anne Moss), lo que generó el doble de expectación. Lo que mucha gente no se esperaba, es que esta nueva entrega le daba la vuelta a todo lo que representó el final de Matrix Revolutions.
La película nos muestra como, tras sacrificarse por la raza humana, Neo ha regresado a la matrix y no recuerda nada de su vida. Solo este comienzo demuestra como
Warner Bros es capaz de pisotear historias perfectamente acabadas con tal de ganar un poco más de dinero. De igual manera Trinity ha olvidado todo lo ocurrido en las películas originales, haciendo que su sacrificio fuese en vano igualmente.
Pues la película trata de devolverle la memoria a Neo para que vuelva a salvar a todo el mundo mientras todas las amenazas supuestamente derrotadas regresan para matarlo. Incluso trajeron de vuelta al Sr. Smith, antagonista principal de Neo, pero sin contratar a
Hugo Weaving, quien dio vida a este emblemático personaje en las películas del 99.
En conclusión, esta última entrega ha dejado un amargo sabor de boca en todo aquel que disfrutó de las películas originales, demostrando la avaricia de las internacionales a la hora de generar entretenimiento. Lo más irónico es que esta película ni siquiera ha alcanzado el propósito de generar ganancias, ya que el costo de producción fue de 190 millones de dólares y la recaudación no llegó a 160 millones.
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